Básico, comenzas gateando. Tus necesidades espaciales se ven cubiertas por un tiempo. Despues tu mente -y sobre todo tu imaginación- te van cogiendo ventaja. Queres ir más léjos, el espacio se te creció. Te levantas y observas lo que te espera, no lo pensas. Simple, empezas a caminar.
Me gusta caminar. Lo he hecho en muchas partes, hacia muchos destinos y -bastantes veces- sin querer llegar necesariamente a alguno en particular. Ahora trato de recordar viejos episodios de épocas variadas: Casa-Colegio-Condominio-Barrio-Universidad-Varios, y es complicado encontrar algo sobresaliente, algo que me permita decir
"Claro, esa era la época en que ..." pero los puntitos estos ---> (...) no se transforman en nada. Aunque, bueno, nada no es tan nada, hay algo que si tengo muy claro en mi muy defectuosa memoria y esa vaina tan clara son los tenis.
Los he tenido bien variaditos, en el colegio eran Reebok Classic (obviamente!), Air Max, Air Pegaso (Aguantosos) y creo que hasta tuve unos troop con colores llamativos". La universidad es un poco diferente, ahí ya entre a tener en cuenta ciertas caracteristicas en el calzado (uits!) más allá de su función básica. Me acuerdo de unos Adidas como grises que me ponía con todo y siempre pensé que estaba super bien combinado, lo cual no era tan cierto. De ahí pasé a unos Nike discretos (Cosa rara, lo se) que me duraron resto y aun, cuando viene a mi la nostalgia, les pego las suelas con super bonder y me los pongo.
Despues de mucho pasar por marcas, modelos, colores y cosas por el estilo me compre unos tenis en Bosi, lo cual no es como normal pero ¿qué podía hacer? me gustaron. Les di buen uso por más de un año. Pensé que nunca más podría comprar unos zapatos distintos a esos y en realidad fue duro. Voltié y jodí por unos tenis pero nada me satisfacía, hasta que...
La
"Conversión"...Fue rarisimo porque ni las largas horas invertidas viendo a Kevin Arnold caminar con ellos fueron suficientes para que por mi cabeza pasara la idea de tener unos
converse, pero -ya ven- ellos fueron mis redentores. Los vi y me enamoré. Eran azulitos con blanco, lo que buscaba, eran discretos, lo que me encanta, eran lo que quería.
Tengo unos
converse que son una maravilla. No son los clasicos que todos conocen genericamente, son de los Re-Issued, pero son los All*Star originals.
Andrés, orgulloso dueño de unos converse rosados, fue al primero que le alardee de mi nueva adquisición, y se sintió orgulloso, algo más nos unía. Me he encontrado muchisimas veces caminando cabizbajo pero es sólo por la atracción enorme de mis converse hacia mi. Definitivamente son más que unos tenis, son como un talisman. Buena estrella para mis All*Star!
Que bueno caminar juntos vos y yo...