El Spleen de París
Charles Pierre Baudelaire.
Baudelaire marcó en mi una época de fascinación por todo lo escrito. Lo conocí cuando estaba en el colegio y mi hermana tenía una edición de Las Flores del Mal que hace rato le había visto pero no tenía el algo que me producía agarrar a curiosear ese libro de inmediato...Con él fue algo más sutil y -me atrevería a decir- algo más elegante, con la sobriedad y la solemnidad que se merece lo más grande que ha dado Francia (en poesía).
Cuando lo leí fue impactante. Era dificil de asimilar pero me atrapó algo que no me permitió desecharlo...Gracias Algo!
En el colegio a alguien le comenté de mi descubrimiento y me dijo: "Tenés que leerte una carroña!!! es bueeeeeeeniiiisimooooo ese poéma!!!!" y con una recomendación así cualquiera sale corriendo a leer. Definitivamente, los amores descompuestos son lo mío. Me devoré a las flores...y de ahí en adelante cuanto libro se me atravezaba por el camino.
Fue cuando mi fascinación por la tragedia y la melancolía nació y aun ahora sigue viva (a pesar de los inutiles esfuerzos de la vacía electrónica que me hace atentados pero yo no me dejo matar, no señor).
Por siempre suyo señor Baudelaire.
Dato curioso: Nació un 9 de Abril....mismo día que se acabó el mundo tal y como nos lo dejaron nuestros Presidentes Poetas y nuestros compatriotas rurales.
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EMBRIAGAOS
Hay que estár siempre ebrio. Nada más: ésa es toda la cuestión. Para no sentir ek peso horrible del tiempo, que os quiebra la espalda y os inclina hacia el suelo, teneís que embriagaros sin parar.
¿De qué? De vino, de poesía o de virtud, como queraís. Pero embriagaos,
Y si alguna vez, en las escaleras de un palacio, en la verde hierba de una zanja, en la soledad sombría de vuestro cuarto, os despertáis, porque ha disminuido o ha desaparecido vuestra embriaguez, preguntad al viento, a las olas, a las estrellas, a los pájaros, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que gira, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es, y el viento, las olas, las estrellas, los pájaros, el reloj, os contestarán: <<¡Es la hora de embriagarse!>> Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud, como queráis
C.B.
3 Comentarios:
Yo me embriago de presente, olvidando el flujo del tiempo sin que se detenga. Presente mutable que se crea y se destruye donde están contenidos el pasado y el futuro. Me embriago de presente porque aquí está todo y no necesito más. A veces, también, me embriago de melancolía. Entonces me da resaca y me embriago de presente otra vez. Que buena borrachera.
Por Andrés David, a las 6:55 a. m.
Yo me embriago de la humanidad que destila cada ser hermoso que conozco, me embriago como no tienen una idea de sus risas, de sus llantos, de su melancolía, de su felicidad... Y quedo borracha con esa magia que se me presenta sin buscarla.
Gracias, Baudelaire.
Gracias, Daniel.
Por Liliana Sáez, a las 8:55 a. m.
Qué buen poema. Qué buen consejo. Qué buena elección. Que bien que lo hago. Que BIEN Charles Pierre Baudelaire.
Muy bacano que te hayas encontrado con ese poeta que aún no ha venido por mí. Dani, algún día me dijiste que un escrito mío tenía "alguito" de este poeta y eso me gusta mucho...más cuando nunca lo he leido (bueno, acabo de leer uno).
Por Cristhian Carvajal, a las 10:58 p. m.
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